Les habrá pasado, seguramente cuando se mudaron solos por primera vez, que recibieron muebles de regalo de tías, abuelas, amigos, padres y demás. O tal vez pasaron por una feria y vieron una silla increíble que les gustó y no se pudieron resistir, pero sólo quedaba una. Y así uno puede ir acumulando sillas diferentes por toda la casa. Si querés buscarles la vuelta para un comedor bien divertido, esta nota es para vos. No hace falta comprar un juego de comedor nuevo y completo, simplemente alcanza con pintar todas las sillas diferentes de un mismo color y van a lograr unificarlas y, además, generar un gran impacto visual. Aquí les dejo algunos ejemplos para que vean lo fresco que queda.
Realmente queda muy bien y da un toque descontracturado. Además es una manera práctica de revivir aquellas sillas que amamos pero están un poco venidas abajo y, por otro lado, camuflar y darle funcionalidad a aquellas que no nos gustan tanto. Ya estoy pensando un color para mis sillas. Ustedes qué dicen, se animan? Saludos! Sabrina.